miércoles, 16 de diciembre de 2009

El cinturón de Orión

En las noches rasas de Jaca, las estrellas miran directamente a los ojos, como Kremer en su Hommage à Piazzolla. Mi cielo tiene un corazón grande y estrellas naranjas, blancas, verdes, azules, rojas, violetas. Estrellas sonrientes. Vivas. De luz. Estrellas que abren el alma, que enseñan caminos y veredas. Estrellas que guardan trocitos de cosas ricas. Estrellas bailarinas. Profundas. Con ombligo. Estrellas que salen por la risa o por la boca cuando hablan los niños. Estrellas que acarician y que hacen cosquillas en las alas... que trazan surcos en el cielo... que dejan estelas de polvo de estrellas... lleno de esa magia que nos hace felic3s...
...hay que vivir cada noche como si fuera la última, y cada día como si fuera el primero Eduardo GALEANO