Se pone el sol por el oeste, a orillas del Atlántico... allí donde se esconden campanilla y peter pan... crezco y no aprendo a crecer... Mar de sensaciones: oler la sal, escuchar las olas, y pasear mis pies descalzos por arena parda y suave.
... No se ha educado aún mi corazón, y, niña, tiemblo en los atardeceres... Crezco y no aprendo a crecer, no me desilusiono, ni me vuelvo mujer envuelta en velos... Algún día, mis ojos, encenderán luciérnagas. HERMOSURA DE LA DIALECTA, Gioconda Belli