Y arrúllame y cántame... y bésame...duérmeme... apriétame en tu pecho, con la dulce caricia de tus manos... UN CABALLO BLANCO, León Felipe
Hacía días que oía los pequeños pasos de la lluvia, las grandes corrientes subterráneas acercándose a mi morada centenaria, abriendo túneles, atrayéndome a través de la porosidad húmeda del suelo... (La mujer habitada, G.Belli)
...cogerte de la mano de tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará... o no estarás tu...
Darte tiempo para amar y para conversar. Compartir tus más preciadas ideas.
Y recuerda siempre que la vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.
George Carlin